domingo, 15 de diciembre de 2013

Tic-tac.

Tic-tac. Siento la agotadora marcha de las agujas del reloj. Tic-tac. A veces deseo que mi inexorable fin sea ya, que deje de procrastinarse. Acabo de regresar de mi mundo onírico y no sé qué hora exacta es. Sólo sé que fuera todavía reina la oscuridad, y que encaja a la perfección con la negrura que habita en mi interior. Sólo las separa una leve capa con surcos y algunos insultos en ella que llamamos piel. La temperatura ambiente es baja, pero el gélido Infierno de mi interior hace que por fuera tenga calor, por dentro una ventisca. No sé qué hacer en este momento, así que cojo boli y papel. Sólo tengo mis escritos para conquistarte, sin embargo, ¿quién se enamora de un intento de escritor, de poeta? Observo una foto tuya en mi móvil, y me dispongo a escribir de ti, musa. No encuentro lo que busco decir, y rompo el papel. Y es que querida, en tu interior hay poemas que ni siquiera un papel puede sostener.

-Melok.

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