jueves, 19 de diciembre de 2013

Alibi

Ha muerto el día y ya estamos en el tiempo nocturno. Lo intuyo por el susurro del viento a través de las cañerías, por el golpear de las ramas en el invisible cristal de la ventana de aquel dormitorio en el que estamos los dos, piel a piel. Y digo intuyo porque ya llevamos varias horas recluidos en tu habitaciín, abrazados resguardándonos del frío exterior. Y mientras veíamos aquella película ñoña que tanto te agrada, yo me entretenía escribiendo en tu piel te quiero's con caricias de la cabeza a los pies, acompañadas de besos y algún mordisco. Otorgándote masajes que te relajen del estrés que has soportado. Y ahora que parece que va a llover, ¿te apetece salir y bajo la lluvia correr? ¿Sentarnos en cualquier banco callejero y contarnos nuestras penas y susurrarte al oído que te envidia el mundo entero? Tan recián ha sido tu llegada y ya necesito saber de ti en cada jornada. Lucentina en cuyos ojos me pierdo, ¿me darás una oportunidad para intentar hacerte reír y protegerte del llorar?

El silencio que no calla es el vacío de tu voz.

-Melok.

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