viernes, 20 de diciembre de 2013

Fin

Perdido entre los nichos de un minúsculo pueblo perdido, de un tiempo no recordado, allí me encuentro, tumbado en la planicie del terreno. Recorre un punzante escalofrío mi cuerpo de un extremo a otro. Siento en mi rostro cómo se precipita el agua nieve, cómo se funde y se mezcla con las lágrimas que nacen ya muertas en mis ojos, viajando por mis mejillas y precipitándose al vacío a través de mi cuello. Busco en mis bolsillos intentando encontrar algo que ponga fin a todo este sufrimiento. Un bote de pastillas, una fría cuchilla. Con esto saldré de aquesta maldita tiranía en la cual intento sobrevivir. Primeramente pequeños cortes, para relajarme. Éste por no encajar, éste por tener a quien quiero lejos, éste otro por estar solo, y éste último por no sentirme amado por alguien. Ya sólo llueve, y el rojo líquido de mis heridas se diluye con las gotas. Llega la hora del golpe final, y comienzo las pastillas a tragar. Desnudo mi brazo derecho y comienzo a destruir la unidad de mi piel mientras pienso que aun tengo de ti sed. Y es irónico que me dañe para no sentir nada mas, que sea un gran dolor quien me permita no sentirlo de nuevo. La sangre tiñe mi piel, ya solo queda esperar. Siento una vibración en un bolsillo. Es mi móvil, tengo un mensaje de mi musa. "Juntos no es que sea fácil, juntos es soportable". Y mientras comienzo a ver borroso, a sentirme cada vez más ligero, empiezo a comprender que aceptaste mi proposición. Que me diste una oportunidad para sentir tus labios, para acariciar tu piel, a verte al  ir a dormir y en cada amanecer. Pero no conseguí resistir este hueco, esta nada que tenía dentro, recibí tu respuesta demasiado tar...

-Melok.

No hay comentarios:

Publicar un comentario