domingo, 24 de noviembre de 2013

Ojalá

Gotas kamikazes se precipitan al duro y gélido suelo. Ni aquello que nos proporciona la existencia quiere vivir. Naturaleza suicida. Las leyes físicas incitan a irse de esta realidad. Kilómetros convertidos en cuchillas atravesando la piel. Dime querida, ¿cuándo te logaré ver? ¿Cuándo sentiremos el tacto líquido de la lluvia mientras intercambiamos cálidas miradas en un contraste con el abrazador frío invernal? Vida injusta, lastimera, que nos llena de un hastío insoportable que sólo unas pocas perlas en forma de personas consiguen hacer meramente soportable. Querida, ¿me dejarás besar tus cicatrices? ¿Acariciarte cuando los demonios resurjan de nuestro interior dispuestos a devorar nuestra alegría? Besos suicidas que pintan esa tela tan preciosa que te envuelve y tú llamas "mi piel". Besos que ya he practicado en parajes oníricos y que guardo en multitud de tarros para regalártelos cuando te vea. Querida, ojalá el tiempo pase pronto y pueda llegar a conocerte antes de que nuestros demonios acaben con nosotros mismos.

-Melok.

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